Para concentrarse es necesario controlar la atención. Si atiendes a otra cosa que no sea la ejecución de tu kata, perderás la concentración y corres el peligro de cometer un error. Hay personas con más capacidad para “abstraerse” del entorno que otras, no obstante, existen técnicas psicológicas que te ayudan a centrarte en lo que estás haciendo e ignorar todo lo que ocurre a tu alrededor.
TIPOS DE ATENCIÓN
La atención puede ser de dos tipos: interna o externa.
Externa: La que viene “de fuera” (gritos en las gradas, ruido de ambiente, comentarios de los
compañeros, entrenador, jueces…).
Interna: La que procede “de dentro” (sensaciones físicas propias, pensamientos).
Parece que en katas lo ideal es la atención interna, para evitar las distracciones, pero no siempre esto es así. Si, por ejemplo, te duelen las piernas al hacer posiciones bajas y te centras en dicho dolor, te dolerá más. Y es el que el dolor tiene dos componentes: el físico y el emocional. El emocional consiste en que, cuando sientes el dolor, temes que se intensifique y tensas los músculos (es una reacción automática del organismo al sentir miedo), con lo cual el dolor físico se incrementa.
Por otro lado, la atención interna puede referirse también a pensamientos. Si durante la ejecución del kata cometes un error, puede que comiences a repetirte a ti mismo: “ya he metido la pata, vaya mierda, qué mal”, lo que provoca que también pierdas la concentración, porque vuelves a ponerte nervioso pensando que no te van a perdonar el fallo y que no vas a pasar a la siguiente ronda.
¿QUÉ ES LO QUE NOS DESCONCENTRA?
Lo primero, es ver uno mismo dónde puede centrar su atención, y observar qué circunstancias le pueden hacer perder la concentración. Pongo unos ejemplos de lo que puede afectarla:
– Sentir más dolor del habitual.
– Cometer un fallo y pensar que ya has tirado todo tu trabajo por la borda.
– Ver a un juez poner cara de asco.
– Oír el grito de alguien en la grada animando a un compañero.
– Notar en el cogote la mirada de tu maestro.
– etc…
Y la atención puede ser, además de interna o externa, amplia o reducida. Veamos este cuadro:
Este es un ejemplo de atención que rompe la concentración. Vamos a ver ahora otro que la facilita:
Haz tus propios cuadros: piensa en la última competición y/o examen de grado que has realizado y dónde estaba puesta tu atención.
¿CÓMO CONTROLO LA ATENCIÓN?
Si en tu cuadro aparecen frases como las del primero, que te hacen perder la concentración, tendrás que entrenar la mente para optar por frases más parecidas a las del segundo. Toma nota de todo lo negativo que te dices a ti mismo y las circunstancias que te pueden afectar, y escribe a su lado una alternativa.
ACTIVACIÓN FISIOLÓGICA
El nivel de activación que tienes en el momento de salir al tatami también influye en la atención y la concentración. Un nivel muy alto puede reducir el foco atencional y con uno demasiado bajo no vas a hacer la kata fuerte. En el apartado de kumite he puesto un documento sobre cómo hacer para subir o bajar el nivel de activación, donde explico también más en detalle lo que supone la activación. Puedes consultarlo aquí.