Esta especialidad de la Psicología es la más conocida a nivel popular, hasta el punto de identificarla con la «Psicología» a secas. Pero existen otras especialidades como la Psicología del Deporte, Jurídica… etc. cuyos profesionales se ocupan de otros aspectos muy diferentes.
La Psicología Clínica y de Salud abarca problemas y trastornos tales como:
– Adicciones (alcohol, drogas, juego…).
– Ansiedad y estrés.
– Control de los impulsos (cleptomanía…)
– Demencias, psicopatía, esquizofrenia..
– Depresión y otros trastornos del estado de ánimo.
– Duelos (pérdida de un ser querido, divorcio…).
– Problemas adaptativos en niños y adolescentes.
– Problemas de pareja y sexuales.
– Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia…).
– Trastornos del sueño (insominio, narcolepsia…).
En general, el psicólogo clínico será necesario cuando la persona sienta que está en un túnel del que no puede salir por sus propios medios, porque necesita aliviar su dolor o porque está en una situación desagradable de la que no sabe como salir. No hace falta estar “loco” para acudir a un psicólogo: hacerlo puede evitar sufrimientos innecesarios y una pérdida de tiempo intentando solucionar problemas que con ayuda de un profesional se resuelven antes y de forma más eficaz.